Ahora hay que empezar a volver a las cosas que pasan todos los días.
Son 7.30 pm.
En mi barcito más querido de Flores en Carabobo y Alberdi escribo estas líneas en una libreta negra mientras me morfo uno de milanga. No puedo dejar de verla en mi cabeza.
Pero no me apuro.
Las cosas tienen su propio ritmo.
Yo sólo quiero vernos sonreír.
15/4/08
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