A esta hora y en un día así de frío es cuando se hace inevitable el balance de las cosas.
Esta vez, estoy convencido de haber conocido una mujer maravillosa. Es una expresión bastante trillada. Pero cierta al fin. Y eso es lo que en definitiva importa.
Esto no lo digo así nomás, sólo porque se me ocurra.
Por momentos dejaba de sentirme un miserable. Hubiera podido seguir con mi cabeza apoyada en su hombro hasta que saliera el sol. No me importaba nada en ese momento más que su cercanía.
Su cercanía que yo había prefigurado en mis horas despierto. Era real. Finalmente.
Otros recuerdos comparten esta noche. Ausencias que a esta hora no importan.
Me hubiera gustado dormirme con ella hasta bien entrada la mañana.
Alguna vez me gustaría besarla desde los pies a la frente.
14/4/08
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1 comentario:
Es de besarla de los pies hasta la frente me enternece a full...y justo llegó el frió...estación para dejarse besar a más no poder!
Que no decaiga Shugo, se lo dice una mujer que ya se daba por muerta hace unos meses, y hasta dejé el pastillaje!!!
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