Las mujeres, siempre las mujeres

Alguna vez, algún iluminado dijo que un pelo de concha tira más que una yunta de bueyes. Y es verdad, lamentablemente es verdad.

Recién tuve una larga charla telefónica con mi ex novia más querida, la invité a un café que por supuesto - y lamentablemente - no aceptó. Pero siempre me pone de buen humor escuchar esa risa que tiene. Hace casi exactamente un año que se fue (Me rajó para ser exactos) y hasta el día de hoy ronda el fantasma de la muñequita de niebla.

Qué tiempos lindos aquellos. Y ahora? Y ahora podría ser todo mejor. Pero bueno, hay mucho tiempo y distancias que de pronto son insalvables. Por más que uno quiera.

El apodo 'muñequita de niebla' se lo puse cuando ya no me acordaba de sus besos, en unos versos que dicen así:

Una noche inmensa,
todo tiritando en este frío que llega
hasta el recuerdo de los besos.

La distancia que no puedo recorrer,
años, vidas enteras y un ocaso triste
me separan de tus ojos.

El último cigarrillo de un tremendo desencuentro;
las horas que olvidamos en la última orilla de tus manos.

Tu corazón de estaño;
y la noche sin temor en ese balcón de enero.

Olvidarme tus ojos, muñequita de niebla,
saber que no estás irremediablemente triste
cuando el reloj avanza sin que recuerde tu voz siquiera.

Indudablemente, estoy muy maricón últimamente eh. A ver quién viene y me caga bien a palos o alguna de esas cosa de macho, si no me voy a la mierda y la próxima vez que me vean me ven travestido y con el orto como una flor.