1/7/08

Los gritos en la oscuridad del cuarto

Isabel andaba con el rostro desencajado de llorar. Los silencios de Carlos la desconcertaban. No podía abrir los ojos en las mañanas sin notar esa ausencia.
Ese ruido blanco, entre las sábanas del mismo color.
De este lado, las cosas eran distintas. ¿Cómo estaría él? Tan solo…
Pero a veces no importaba. Y cuando no importaba ella podía encontrar el sueño después de agotar el sexo y las caricias con Alberto.

Era distinto. Sí. Los gritos en la oscuridad del cuarto y a veces no poder pensar en ninguna otra cosa. Solamente en Carlos.
Ver su rostro triste en la última foto juntos. Antes de aquello que no se atrevía a nombrar y que tenía que ser disimulado con una palabra casi igual de atroz.

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