Cómo ocurrió originalmente poco importa. Las circunstancias se han modificado sustancialmente desde entonces. Sigo sin poder dormir, de todas formas, a las pastillas que me recetó el psiquiatra no las tomo a horario.
De pronto me levanto en las noches, voy hasta el balcón, enciendo un cigarrillo. Todo el ruido de la ciudad y la sensación de cenicero en la boca. Otra vez. Pero qué importa, si después de todo me convertí en un ser absolutamente solitario.
Tal vez todo hubiera podido ser distinto. Si esa tarde. Si las noches no se sucedieran tan inútilmente, una detrás de la otra. A mi me gustaba caminar por las mañanas. Y digo ‘me gustaba’ porque ya no me gusta. O no he tenido tiempo. No nos dejan salir mucho de acá como para una caminata por un parque al salir el sol.
Siempre una mujer. Siempre el recuerdo agazapado debajo de la cama para tomarte de los tobillos y arrastrarte. Bien abajo. Bien a lo hondo de un miasma horrible y nauseabundo.
Horas, horas de repetir las mismas palabras mirando una pared blanca.
Y si entonces vos pudieras abrir la puerta y que entre todo el sol de la mañana en esta pieza húmeda y espantosa. Y yo ya no viera más guardapolvos blancos y jeringas. Y caminaramos juntos hasta la vereda y me dieras un beso antes de subirte al taxi. Y yo tirara la colilla a la calle y cerraría la puerta contento.
24/6/08
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2 comentarios:
a. estás escribiendo muy bien. porqué no concursas en www.paula.cl (cuentos) y te llevas la mosca para Arg. Esa estaría buena para tanto escritor siútico que hay en nuestro medio. b. Buena imagen esa de ella bajo la cama. Como para cuento de Cheever!!!!!!!!!!! slds.
1. Podrán participar todos los chilenos y los extranjeros con residencia legal en Chile.
cague hermano
perlo lo intente, que conste. cheers!
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