No está

Domingo, 7:02 am. el cigarrillo se terminó en el cenicero.
Y no es mucho lo que tengo para decir. Solamente quejarme (Porque si se escribe a estas horas, es unicamente para quejarse.)

Metí la pata en el agua, llueve como la puta madre. Colé pepas, mañana (hoy en realidad) leo poemas en una muestra de arte.

Pero mi más grave problema esta mañana que escucho la lluvia azotarse contra mi ventana, es que no está esa mujer desnuda esperándome en mi cama.

El próximo post va a ser el número 600. Espero que pase algo importante antes de esa fecha, como sacarme el quini. O despertarme en un departamento lleno de travestis. O preso.